Es un proceso breve y personalizado cuyo objetivo es que el coachee clarifique algún área de su vida que ha perdido sentido, que enfrente un sufrimiento o esté ante la toma de decisiones que afectan su vida y la de otros.
En este proceso se reconocen tres momentos fundamentales del diálogo:
- Apertura: Proceso centrado en la escucha de lo que busca el coachee.
- Contacto con los valores y recursos: Momento centrado en la identificación de los valores que mueven a la persona en la situación que se plantea como objeto de asesoría
- Puesta en marcha de soluciones: Etapa en la que se acompaña a la persona a la operativización de acciones concretas que brinden un nuevo orden funcional.
Referencia:
Martínez, E. (2014). Coaching Existencial. Basado en principios de Viktor Frankl. Colombia: Ediciones SAPS.